miércoles, 13 de marzo de 2013

Los servicios municipales para la empresa de turno

En Julio del año pasado presentamos una moción para hablar de la reforma de la Administración Pública que se ha ido preparando, solicitando al equipo de gobierno un poco de orgullo municipalista para defender la autonomía y competencias de los Ayuntamientos. No solo no ha sido así, sino que aplauden ahora a rabiar una reforma que limita drásticamente la capacidad de intervención pública.

Quiero hacer, en primer lugar, un análisis de los contenidos de la reforma, aunque después comentaré algo sobre lo que creo que subyace en ella. Y lo desgranaré en ocho puntos que llevan a rechazar de plano esta reforma. Eso sí, quiero dejar claro que cualquier nueva redacción que pudiera realizarse a la luz de aquella funesta reforma constitucional del artículo 135 nos llevará a un escenario en el que la estabilidad presupuestaria pase por encima de las necesidades de la ciudadanía. Y eso debe pesar en las conciencias del PSOE y del PP.

viernes, 8 de marzo de 2013

Un 8 de marzo marcado por el retroceso

Sí, hemos oído muchas veces que este 8 de marzo no hay nada que celebrar. Yo prefiero darle la vuelta: este 8 de marzo y todos los días, hay mucho que batallar. A continuación dejo la intervención que realicé en el pleno del pasado martes relativa a la nueva amenaza que nos encontramos encima de la mesa: la reforma de la Ley de Bases del Régimen Local que pretende, según ha anunciado el gobierno central, retirar una serie de competencias básicas que hasta ahora son municipales para que las asuman administraciones superiores. Entre ellas están las relativas a igualdad y violencia de género. Aquí podéis ver el vídeo del pleno, la moción se debate, aproximadamente, en el minuto 40.

El Ayuntamiento de Valladolid, como tantos otros, lleva décadas realizando un trabajo municipal importante en materia de igualdad entre hombres y mujeres. En muchas ocasiones, desde nuestro grupo se ha criticado que el esfuerzo era insuficiente o ha hecho propuestas para que ganara en intensidad e importancia o cambiara su orientación. Pero, más allá de ello, hay un bagaje, un trabajo colectivo que creo que merece la pena reivindicar hoy. Porque, al parecer, según el gobierno, ese es un trabajo que no deberíamos haber llevado a cabo. Nos dicen que es algo que no nos tocaba hacer a los ayuntamientos y que, además, ha contribuido a un supuesto despilfarro del dinero público.